Urdidumbre
Textos curatoriales

Antídoto de un jubiloso sentido del progreso

Urdidumbre

Arte popular y diseño en el México pre-moderno.

Exposición en cuatro módulos. 
Co-curaduría: Carlos Torre, Mario Plasencia, Grisell Villasana 
50 piezas en exhibición

 

“La retrospección, aunque sospechosa de ser preocupación de los conservadores, también puede servir como agente activo. Como antídoto de un jubiloso sentido del progreso que nos salta de cuando en cuando, muestra los logros en una proporción adecuada y posibilita observar dónde hemos avanzado, dónde no y dónde, quizás, incluso hemos retrocedido. De tal modo que puede sugerir nuevas áreas de experimentación…”

Annie Albers en “Construyendo tejidos”, 1946

El momento actual, a 100 años de la creación de la disciplina de diseño como tal, nos permite ciertas reflexiones que de ninguna forma pueden darse en el devenir cotidiano de los hechos. El siglo XX, con sus luces y sombras, se ha desarrollado sobre la urdimbre del quehacer de los objetos cotidianos, que más allá de su forma y su función devienen en claves de lectura para idiosincrasias, cosmovisiones y usos y costumbres. Frente a los retos actuales en sostenibilidad y nuevas energías, de distanciamiento radical entre revolución digital, impresión 3D o mercado masivo, y mano de obra artesanal destinada a objetos cada vez más exclusivos y de edición limitada, la reflexión sobre la transición de los objetos de artes aplicadas o de arte popular a los lineamientos del objeto de diseño parece más pertinente que nunca.  

México ha sido un país ampliamente reconocido por el carácter e importancia de las artes aplicadas y de matriz popular que a lo largo de 500 años de mestizaje sentaron las bases para objetos que sincretizan oriente y occidente -otro tema de gran importancia actual-, casi de forma natural -abanicos, biombos, abalorios, máscaras…- hermanando Asia, América y Europa a través de la Nao de China y los Galeones del Oro por océanos y continentes, hasta que todos olvidamos dónde nacieron, cómo se apropiaron y a quién pertenecen en origen. Los primeros en hacer notar lo relevante de este tema -al margen y desde una plataforma paralela a los esfuerzos indigenistas de las políticas públicas- fueron los grupos de intelectuales y artistas mexicanos que en los años treintas y cuarentas revisitaron a través de las vanguardias artísticas los objetos de arte popular que incluso ellos mismos tradujeron al diseño: los muebles, la vestimenta, la joyería, los textiles, las cerámicas, los cristales fueron objetos intervenidos y reimaginados, presentes en las más importantes tertulias y reuniones, en un momento en que la burguesía mexicana aspiraba a la estética de la Europa decimonónica o un poco más tarde al American way of life. Hechos como Frida Kahlo en portada de Vogue, las Casas-Estudio de Juan O’Gorman en San Ángel en la Ciudad de México, o la importante colección de arte popular mexicano de los Rockefeller son hitos de este fenómeno.   

El espíritu de esa época también puede explicar, y permite anticipar, la otra gran ola de influencia extranjera que llega con los primeros alumnos de la Bauhaus que se establecen en México en los años cuarentas y cincuentas del SXX, y que reconociendo todo lo anterior -materia prima de primera calidad, mano de obra de gran maestría, recursos naturales aparentemente ilimitados, relativa tranquilidad social y política, libertad de expresión-, terminan injertando para la década de los sesenta conceptos de producción en serie y creación de objeto de consumo y deseo, principal carisma del objeto de diseño a lo largo del siglo pasado, en el difícil e intrincado mundo artesanal de un país con un dualidad muy acentuada, donde la experimentada manufactura pertenece en casi todos los casos a comunidades indígenas, con una sabiduría que se decanta a través de siglos de perfeccionamiento del trabajo sobre los materiales, con un sentido de la estética en lo cotidiano y lo funcional. La revisión de ese momento previo al modernismo pleno en nuestro país es necesaria para dimensionar de forma correcta las matrices actuales de colaboración y creación, así como su pertinencia y su justa importancia. También para reivindicar los esfuerzos de una generación, que si bien es muy venerada por el gremio de diseño que se genera a partir de los años ochenta del siglo XX -las primeras escuelas universitarias de la disciplina en el país surgen en los años setenta- es poco conocida por el público en general y por el medio fuera de México.

Hoy en día, seguimos tejiendo, muchas veces sin darnos cuenta, sobre la misma urdimbre multicultural, dinámica y diversa que se ha heredado a través de siglos de matrices decantadas y que podemos intuir a través de ciertos objetos de otras épocas y de la actualidad. La muestra Urdimbres es una reflexión, que a través de una selecta pero sustancial muestra, nos permite seguir reconociendo en los objetos de diseño de diferentes tiempos, el fenómeno de la cultura de diseño en el México actual que, parafraseando el texto de inicio, desde la interpretación contemporánea, también generan y son andamiaje de idiosincrasias, cosmovisiones y usos y costumbres, que se siguen compartiendo con todo aquel que quiera contribuir en abierta reciprocidad con esta trama de linaje ancestral. 

La muestra se propone en cuatro módulos:

  1. Artes aplicadas en el México de los años treinta: El Art Decó desde los Mexicas y Mayas.
  2. El cruce entre vanguardias y funcionalismo de los años cuarenta: Objeto cotidiano y nuevas matrices de la forma.
  3. El impacto de la Bauhaus y los nuevos medios de producción artesanal e industrial de los años cincuentas y sesentas: Los grandes del diseño moderno en México.
  4. Las producciones colaborativas del diseño en México: Grandes hitos de diseño en el fin de siglo: Centros de diseño y Marcas mexicanas.    
Leer más
NOTAS

Como addenda interesante, se puede plantear un último capítulo de actualidad: 

Escoger 8 diseños actuales que sean herencia de este discurso y tenerlos a la venta vía catálogo digital. Todos estos objetos tendrían un punto de lectura muy diferente con la exposición como catapulta. En cada módulo se contempla un diseño de actualidad de clara inspiración histórica como parte de la muestra. 

Para la edición de un catálogo, se proponen textos curatoriales para cada uno de los módulos con un texto introductorio, así como colaboraciones puntuales de protagonistas que aborden su experiencia personal para el último módulo. El catálogo total se está pensando como una muestra que compone piezas de mediano y pequeño formato en un número de alrededor de 50 piezas.

La muestra podría compartir sede con dos Instituciones alternativas -en México-, la exploración de presupuestos y logísticas es posible a partir de la vialidad de este proyecto con sede en Madrid, pero muy posible y manejable por el formato pequeño de la exhibición. Por supuesto, se aceptan sugerencias y diálogo sobre lo aquí vertido…  

Grisell Villasana Ramos
Oviedo, España.
2022

DESCARGAS

Galería

Otros textos

Galería

No items found.

Diseño

Arte