Salón de Diseño: De aquí, de aquí, de toda la vida.
Textos curatoriales

León es una ciudad que vive el diseño

Salón de Diseño: De aquí, de aquí, de toda la vida.

“El León, no es como lo pintan”

El título no es fortuito. Para la curaduría de esta muestra había que hacer análisis sobre el objeto de diseño en León, y la pregunta obvia fue -Mario dixit…- ¿qué objetos son de aquí, de aquí, de toda la vida? El resultado es este recorrido que nos llevó de una sencilla revisión de objetos a la recreación de ámbitos, y desde ahí, a dar testimonio visual de lo ineludible: León ya es una ciudad hecha y derecha, con todo lo que eso implica, y sus habitats y objetos de diseño el referente puntual de una metamorfosis. 

Las implicaciones no son pocas ni deleznables. En una transición tan severa y tan veloz -León ha triplicado su población en 30 años-, las reflexiones desde el objeto de diseño están en los sentidos de las cosas. ¿Cuáles escogemos para ser visibles? ¿Cuáles escogemos para la invisibilidad? La selección colectiva de aquello que nos representa, lo que permanece o lo que desaparece pero deja su huella, finalmente enmarca los códigos de nuestra identidad. En el advenimiento de una ciudad, se requiere la revisión de esos códigos, por lo que debemos asumir que es probable que muchos de los objetos que hoy presentamos aquí como válidos…puedan desaparecer más pronto de lo que pensamos, y -Grisell dixit…-esta exposición también podría llamarse Requiem por un pueblo. Es urgente la memoria, y ejercicios como este: lo de aquí, de aquí, de toda la vida parece estar llegando al final de un ciclo para tomar otro sentido.

Por otro lado, nada más natural. Lo de [re]signarse –volver a encontrar signos y sentidos- es lo de León. En la última hazaña, el siglo XX la vio resurgir de sus cenizas en la década de los cuarenta, tras dos inundaciones y dos guerras para insertarse en plena economía de consumo, abocándose de lleno a la modernidad, -con telas modernas, pisos modernos, farmacia moderna, sanatorio moderno, nou camp y todo lo que usted pueda imaginar moderno y nuevo- haciendo de los objetos de diseño, traídos de otras partes o producidos en el terruño, dignas prebendas de progreso y felicidad para toda una generación.  Así, al León del siglo XIX va a tener que buscarlo para encontrarlo, al de la modernidad se lo va a encontrar en cada esquina. Literalmente.

Y no se trata de nostalgia barata. El León que conocemos es la prolongación de los usos y costumbres que se adquirieron en esa época -a mediados del siglo pasado- y que todavía permean grandes sectores de la población. Nos parece importante que asumamos ese camino recorrido como propio, como testimonio importantísimo de la inserción de nuestra ciudad en un derrotero histórico determinado, el que le tocó vivir a plenitud en tiempo y espacio, para desde ahí valorar aquello que, si bien no es antiguo, es absolutamente pertinente y significativo y por lo tanto de alto valor cultural. León no es una ciudad inculta –este término, como tal, no existe siquiera-, tiene un tipo de cultura, que no es la de Milán o la de Colonia, ni es la de Houston: es la nuestra. La arquitectura, el diseño y la manufactura industrial y artesanal vieron espléndidos ejemplos de modernidad en esta ciudad, en una tradición que permanece hasta hoy en día. Si ver es creer, aquí lo puede usted ver.

León es una ciudad que vive el diseño. En cada carrito de comida, en el extenso menú a partir de una jícama, en cada solución de textil o piel para un zapato, en la amplia variedad de objetos en un tianguis o mercado, en la optimización del espacio en cada cenaduría, en los espacios universitarios. Observe con cuidado y se sorprenderá. No todo es bueno, pero lo que es bueno, es sencillamente extraordinario. Tanto en el campo profesional como en el popular, solamente es cuestión de acusar la intención –Leonardo dixit…- y todos entenderemos y ubicaremos si se trata de una genialidad, una glosa o simplemente la reinterpretación de una referencia, acciones perfectamente válidas en el discurso actual. Lo verdaderamente importante es que sigamos en la búsqueda de los objetos que nos representen en los nuevos modelos, más amables y sensatos, de vida urbana. Dicho todo lo anterior, tendremos que concluir que León siempre será grande por lo que puede llegar a ser, porque sin un pasado  legendario que la obligue…tiene la libertad para ser lo que queramos que sea. Esa es la labor del diseño hoy en día, nada menos.

Así parafraseando, diremos que de aquí, de aquí, de toda la vida, somos todos aquellos que hemos decidido hacer nuestra vida…aquí. Porque lo queramos o no, esta ciudad abraza como suyo a todo aquel que a su modo y desde su derrotero nos ayude al resto a compartir esta heterogénea, indeterminada, paradójica y por lo tanto, fabulosa ciudad. 

 

Comité Curatorial

Leonardo Ramírez
Mario Plasencia
Grisell Villasana

Leer más
NOTAS
DESCARGAS

Galería

Otros textos

Galería

No items found.

Diseño

Arte