Hacia de nuevos horizontes…
Textos curatoriales

La obra de arte no ocurre en el mundo, sino en el teatro de la mente humana.

Hacia de nuevos horizontes…

Cuando el hombre se ha educado estéticamente,
ha conquistado la libertad necesaria 
para realizar su esencia moral.

Friedrich Von Schiller

En su muestra inaugural, Mi Museo Universitario De La Salle te presenta un discurso que alude a los orígenes mismos del hombre, en un llamado al sentido común, ese que nos ha unido y permitido sobrevivir por 80,000 generaciones desde el Pleistoceno hasta nuestros días de la mano de los impulsos y anhelos más profundos del hombre, a través de diversas manifestaciones artísticas.

Te invitamos a un recorrido a lo largo de una selección de objetos de arte, arte popular y diseño del acervo del MIM, en un concierto que incluye la postura de 100 autores diferentes que por medio de diversos tópicos, se muestran con el solo objeto de que surjan nuevos relatos bajo los cuales podamos imaginar formas de preservar la vida en comunidad, trasladando los valores y las identidades que nos enmarcan desde aquello que nos hermana y nos hace coincidir.

Bajo este punto de vista, las artes y la belleza no son una cuestión accesoria o superflua. Te darás cuenta de que enfrentas objetos que forman parte de rituales básicos y absolutamente necesarios para nuestra supervivencia, no sólo como generación, sino como especie. Se ha dicho que el arte no sirve para nada, pero en este trayecto observaremos objetos bellos, y todos ellos útiles, porque sirven al espíritu en sus más elevados conflictos e intereses.  

El arte de todos los tiempos es una herramienta que nos ayuda a visualizar otros horizontes, otros contextos, otros sistemas éticos y morales, otras realidades, no solamente en el campo de lo visual o lo artístico, sino para la vida misma. Después de todo, la evolución humana no es una historia básica de cazadores-recolectores que se enfrentan a un entorno físico, sino la de un Homo Sapiens que coopera y convive con los demás para sacar el máximo poder a la supervivencia de la especie. Esta capacidad social, humana, es lo que marca nuestro instinto del arte…y es tan universal como el reflejo de pestañear.

Este nuevo espacio de reflexión de la Universidad De La Salle te invita a que por medio de la educación estética y la ampliación de tu horizonte cultural obtengas el verdadero aprendizaje que te permita la búsqueda constante acerca de la naturaleza, del hombre y de lo sagrado, para que puedas contribuir a esta comunidad, con lo aquello que imaginas y que se convierta en futuros más esperanzadores frente al presente confuso que nos ha tocado vivir. 

 

 

 

 

Leer más

Balazos  (Citas de Denis Dutton)

 

El arte puede parecer un producto fundamentalmente cultural, 
pero el instinto artístico que lo condiciona no lo es: 
es inherentemente humano… 

 El gusto estético, sin duda, es informado y determinado por las condiciones históricas… pero en un enfoque más amplio, el hombre se ha valido del arte para interpretar su entorno, para interpretarse a sí mismo, adaptarse y sobrevivir. 

Lo bello es una categoría intercultural 
que se debe reconocer e invocar. 

La mayoría de nosotros concibe el arte y la experiencia estética como categorías amplias que engloban las artes de las masas (formas populares como la tragedia ática, las novelas victorianas o las series de televisión contemporáneas), las expresiones históricas de creencias religiosas o políticas, las historia de la música y la danza, la inmensa variedad de tradiciones de diseño de muebles, los utensilios prácticos y la arquitectura. Así, lejos de constituir una clase pequeña y extraña de objetos en el imaginario europeo, el vocablo “arte”, en el sentido de cultura visual, acoge una sorprendente variedad de actividades y productos creativos  en el que todas las culturas están representadas.

Los habitantes de las ciudades se encuentran tarde o temprano con alguna carretera de campo. Entonces se enfrentan al paisaje. Estas escenas pueden detener al viajero asombrado por la intensa sensación de anhelo y belleza. 

Entonces decide explorar el valle y ver hasta dónde conduce esa carretera… Somos lo que somos hoy en día, porque nuestros antepasados más remotos siguieron caminos y orillas de ríos más allá de la línea de horizonte. 

En esos momentos es cuando nos reencontramos 
con los restos del pasado más antiguo de nuestra especie.  

Puesto que seguimos teniendo las almas de aquellos antiguos nómadas, las emociones más profundas pueden aflorar en las mentes modernas con un intensidad sorprendente e inesperada cuando estamos frente a una buena obra de paisaje…

Lo hecho a mano, o técnicamente sofisticado, 
las formas que han probado su perfección, 
siempre tendrán un lugar de honor en nuestro imaginario: 
los respaldan 80,000 generaciones, desde el Pleistoceno hasta nuestros días, 
158 generaciones desde las primeras tribus agricultoras hasta hoy…

Hallamos fascinantes los objetos hermosos –tallas, poemas, historias, o arias- porque a un nivel profundo percibimos que nos trasladan a las mentes que los produjeron. Ese sentido de comunión, de intimidad incluso, con otras personalidades…nos habla de una selección sexual que nos permite vivir en sociedad de forma más plena…busca la supervivencia no sólo de los más aptos en el nivel físico, sino de los más inteligentes y sabios…Desde las cuevas de Lascaux… hasta las series televisivas de éxito como Big Bang Theory, hemos desarrollado mentes que nos permiten apreciarlos y disfrutarlos…

La autenticidad , que en el ámbito del arte significa 
en su nivel más profundo una comunión con otra alma humana, 
es algo que estamos destinados por evolución a querer 
de la literatura, la música, la pintura y el resto de las artes. 
Este sentido de comunión dignifica y eleva el espíritu…

La espiritualidad que se ha descrito a menudo en relación con las obras de arte, su cualidad más sobrenatural, ofrece un contraste auténtico e implica un sentimiento de que al contemplar una obra maestra se encuentra uno en presencia de un poder que supera todo lo imaginado, algo mayor de lo que puedes ser o serás jamás. La edificación que ofrecen las obras de arte es un éxtasis, puesto que te lleva más allá de ti mismo… nos rendimos ante ellas, y les permitimos que nos lleven a donde quieran.

Albert Camus, solía explicar que el sentimiento trágico griego, lo sublime, 
surge de la agonía que representa para el hombre mediterráneo 
el momento de espejismo 
en el que la línea de horizonte entre el cielo y el mar desaparece. 
Ante este fenómeno,  al hombre solamente le queda el enmudecido asombro 
ante una sensación inigualable de desvalimiento 
frente a lo insondable del universo.

Los relatos, desde las mitologías y la novela, 
hasta el cine y las series de televisión, tratan sobre la vida humana: 
los deseos, las emociones, los cálculos, las luchas, las frustraciones y los placeres que conforman el material de la experiencia humana…
Estos experimentos mentales están orientados a resolver problemas, 
recabar información y analizar situaciones conflictivas que plantean los relatos, 
y se dirigen a un entorno exterior de recursos, peligros y oportunidades, 
es por ello que aunque en formas contemporáneas los relatos persisten…
Es el mundo emocional e intelectual de la tribu…

 Al igual que los primeros hombres seguimos admirando la pericia y el virtuosismo, encontramos conmovedora la expresión personal desde un modo propio, y nos maravillamos al contemplar la creación de algo que nos parece nuevo, o que no habíamos observado. Los mundos imaginarios del arte siguen estando vivos en el escenario de la mente, están saturados de emociones intensas, constituyen el centro de una atención cautivadora y plantean desafíos intelectuales cuya resolución nos aporta un placer particular...

La ficción nos ofrece mapas mentales para la vida emocional. 
Las artes son una adaptación para los individuos 
porque les ayuda a conocer sus propias emociones humanas 
y, por tanto, les ayuda a moverse por la vida controlándolas 
en vez de sentirse presos de ellas. 
Es por ello que las artes son tan poderosas…

En el sentido estricto,
la obra de arte no ocurre en el mundo, 
sino en el teatro de la mente humana.  
La expresión “teatro de la mente” es una metáfora adecuada, 
puesto que sugiere dramatismo, montaje de escenarios, actores, 
y sobre todo la sensación de un mundo alterno…

Así, del mismo modo que nos enfrentamos a los animales salvajes o descubrimos entornos más adecuados, nuestros antepasados más antiguos se enfrentaban a fuerzas sociales y a conflictos familiares que se convirtieron en parte de la vida evolucionada. Estos dos campos de fuerza actuaron en su conjunto para producir en última instancia la especie versátil que somos hoy en día: sociales, robustos, amorosos, asesinos, joviales, organizativos, tecnológicos, arrogantes, buscapleitos, juguetones, amistosos, ávidos de posición social, erguidos, mentirosos, omnívoros, ávidos de conocimiento, contestones, festivos, lingüísticos y ampliamente derrochadores. Y, en el medio del desarrollo de todas estas cualidades, nacieron las artes.

Debido a nuestra preocupación por los vistosos medios visuales y los bulliciosos chismes en la experiencia cotidiana de hoy, nos olvidamos de lo cerca que estamos de las mujeres y hombres prehistóricos que descubrieron la belleza que hay en el mundo. Desde Sócrates y Platón han transcurrido 120 generaciones; desde nuestros ancestros del Pleistoceno 80,000 generaciones. ¿En verdad creemos que esto no influye en nuestra percepción del mundo actual? Nuestro instinto del arte, es decir, nuestra inclinación a las cosas bellas, es mucho más profunda que nuestros conceptos teóricos sobre las mismas. Seguimos compartiendo con nuestros antepasados una sensación de reconocimiento y comunión con otros seres humanos a través del arte…

Los seres humanos nacen siendo creadores de imágenes y disfrutan con ellas. Encontramos una muestra de ello en el juego imitativo de los niños: en todas partes del mundo, los niños juegan imitando a los adultos...La imitación es un componente natural del desarrollo cultural de los individuos. Al menos lo es desde el punto de vista creativo. La fascinación de una niña por una casita de muñecas…no puede reducirse al deseo de adquirir el poder de los adultos, ni tampoco es un modo de aprender a cocinar…existe una fascinación implícita en el mundo que se representa en miniatura, que a su vez se convierte en una manera…de estimular la fantasía, y desde ahí comprender el funcionamiento y los programas básicos del mundo… 

Con el tiempo, cada pueblo descubriría por sí solo 
formas varias de manifestación artística… privilegiando a través de la historia
aquellas que le permitan adaptarse a su espacio y tiempo…

Es natural la fascinación humana con el arte 
y lo eterno de algunos objetos reconocibles 
en todos los tiempos, en todos los territorios, 
en todas las culturas…

NOTAS
DESCARGAS

Galería

Otros textos

Galería

No items found.

Diseño

Arte