Museo de Historia de la Ciudad de Veracruz
Museografía

En mi tierra veracruzana, solo quiero tomar café

Museo de Historia de la Ciudad de Veracruz

Bases conceptuales del proyecto curatorial

Bases conceptuales del proyecto curatorial

Por Grisell Villasana Ramos y Rodrigo Guerrero Martín

MÓDULO I: ESCULTURA EN ALTORRELIEVE

1. Escudo del puerto de Veracruz

“…Significa embarcarse …
hacia las islas de la memoria,
hasta encontrar un nuevo puerto:
lugar de arribo y punto de partida…” [1]

José Emilio Pacheco

“En mi tierra veracruzana
Solo quiero tomar café
Un poquito de azúcar y caña
Pa’ ponerme a mover lo pie” [2]

Natalia Lafourcade

El escudo del puerto de Veracruz, a lo largo de sus más de 500 años de historia, ha sido testigo de los muchos cambios y evoluciones que ha vivido la ciudad desde su fundación, como protagonista fundamental en los movimientos que han definido también el devenir del país.

Originalmente La Villa Rica de la Vera Cruz, fue fundada por Hernán Cortés el 22 de abril de 1519. No sólo se trató de uno de los primeros asentamientos derivados de la era de las grandes colonizaciones, y el primero de la Corona Española en América, sino que durante mucho tiempo fue el único puerto de la Nueva España en el Golfo de México -junto con Portobelo, Panamá-, punto de partida y acogida de las flotas y del intercambio de productos entre los europeos y los americanos.

La ciudad lleva en su nombre su origen. merced a un hecho fortuito, su historia comienza en Viernes Santo, día de la Verdadera Cruz, cuando Cortés desembarca frente a San Juan de Ulúa, quien así lo deja designado...[3]

El escudo de armas le fue otorgado al puerto de Veracruz por Carlos V, según la cédula del 4 de julio de 1523, describiendo un castillo dorado en campo verde, sobre dos columnas en campo azul, y en la cima una cruz roja. El escudo va orlado por 13 estrellas azules en campo dorado.[4]

La cruz con la palabra vera representa la Vera Cruz, -vera en latín significa verdadera-, simbolizando la religión verdadera y la conversión de los infieles asociada a la Vera Cruz -en gules (rojo)- que la tradición cristiana asocia con Constatino y el Imperio Romano convertido al catolicismo, nombre que Her­nán Cortés concibe para el muy católico Primer Ayuntamiento de América en una tierra de infieles. El castillo de oro sobre campo sinople (verde) representa el dominio de la corona española sobre las nuevas tierras, además el torreón en oro habla de abundancia y riqueza, represen­tado sobre tierra firme. Las Columnas de Hércules asociadas al es­trecho de Gibraltar y la puerta de salida de Europa sobre campo azul que representa el mar, y la leyenda Plus Ultra, que significa Más Allá ...  simbolizan el poderío español más allá del mar. Las trece estrellas se interpretan como el número de provincias, que en ese entonces pertenecían a la jurisdicción del Gobierno de Veracruz, y a la hidalguía de esos primeros trece miembros del cabildo fundado. El cuero de fondo se decora con guirnalda de rosas, connotando ferti­lidad y belleza, o tierra fecunda. [5]

El escudo, a lo largo de 5 siglos, adquirió un sentido mucho más amplio: es el símbolo de una ciudad vibrante y dinámica, sobreviviente de conflictos armados, protagonista en todos los pasajes históricos de nuestro país, motor de revoluciones sociales y culturales, protagonista de las grandes riquezas que La Nueva España dio al mundo. Sobre todo, hoy en día el escudo representa una ciudad consolidada en el panorama nacional como una de las más importantes, diversas y vibrantes del país, por ello, dicho escudo -que anteriormente representaba solamente a la ciudad-, es también emblema del Estado de Veracruz.

“Después que hubimos hecho la lliga y amistad con más de treinta pueblos de las sierras, que se decían totonaques, que entonces se rebelaron al gran Moctezuma y dieron la obe¡diencia a Su Majestad, y de profirieron de nos servir, con aquella ayuda tan presta acordamos de fundar a Villa Rica de la Vera Cruz en unos llanos, media legua del pueblo, que estaba como en fortaleza, que se dice Quiauiztlan…[6]

Bernal Díaz del Castillo

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NOTAS
Concepto, curaduría y museografía: Grisell Villasana Ramos Textos e investigación: Grisell Villasana Ramos, Rodrigo Guerrero Martin Acervos y compilación de acervos Grisell Villasana Ramos Ilustraciones y gráficos: Juan Pablo Ramirez López Restauró y planos arquitectónicos: Ángel Arandia

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