Tomando en cuenta una temporada de recién casados en la campiña italiana, el jardín ya contaba con elementos importantes en este lenguaje de paisaje, una valla de enormes cipreses, algunos setos, grandes mazos de lavanda y agapando, así como árboles maduros de mezquite, estos últimos oriundos de unos terrenos que previamente fueron huertos de una hacienda de cultivo. En fachada un tabachín joven y en el linde con el campo de golf una serie de pinos servían ya como cortina teatral al campo. Así, con este primer compendio de argumentos, se realizó un esquema de jardín-terraza a la manera de la vida al fresco en la Toscana. Pavimentos de arcilla, terracota y maderos, macetas de barro y jardineras e iluminación indirecta, fueron complementados con árboles frutales y hierbas de olor para beneficio de todos los sentidos.

Un terraplén amplio a la espera de una mesa larga para las comidas al aire libre, complementa el espacio, aguardando a su vez la madurez de los jardines, pero con la orientación que ya permite sentarse a la sombra desde muy temprana tarde…permite disfrutar el espacio como área de reuniones jóvenes hasta altas horas de la noche.

Una gama de distintos tonos neutros y verdes, se utilizaron para complementar el barro existente en tejas y fachada, utilizando materiales naturales, con la menor cantidad de concretos posible, reutilizando gran parte de los materiales de derribo y embalaje y pensando el terreno para el uso mínimo y programado de agua de riego, y toda la iluminación automatizada con base en tecnología LED…en la idea de lograr un ambiente cálido, agradable, de mantenimiento bajo y que a futuro lograse también los lineamientos de un espacio sustentable.

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